jueves, 20 de diciembre de 2007

Alejandro "El Gato" Castillón

Profesor retirado
Imagen JPEG
El cuerpo canta;
la sangre aulla;
la tierra charla;
la mar murmura;
el cielo calla
y el hombre escucha.
Miguel de Unamuno

Alejandro “El Gato” Castillón QEPD.

Al mediodía 7 de marzo, estuve a despedir los restos mortales del compañero y amigo Alejandro Castillón Valencia, también conocido, en alusión a sus verdes ojos como “El Gato Castillón”.
Mermado de sus facultades físicas y bajo la protección de su familia, vivía retirado del servicio educativo. De corte guevariano, solo un imponderable como la muerte podía doblegarlo.
Egresado de la Escuela Normal Urbana, donde fue un destacado líder estudiantil, se dedicó al desempeño de su magisterio, como un ameritado docente desde el banquillo de la escuela primaria, hasta ocupar, la cátedra en las instituciones formadoras de docentes. Dejó constancia de su pedagogía en la Escuela Normal Superior de Nayarit. Como educador fue relevante en el análisis, la crítica y la pedagogía de vanguardia. En sus últimos años activos, fue Director del CBTI de Ixtlán del Río y de las Escuelas Normales Experimentales de Atequiza y de Ciudad Guzmán.
En la confrontación política y el debate ideológico, como líder sindical, su discurso fue temido, inflexible y contundente. Por su participación en múltiples controversias, en la ENSN se le calificó como “Ave de Tempestades”, como ex Director de la ENSN, en honor a la verdad y en gratitud por su colaboración, diría que mas bien fue un “Halcón Desafiante de Tornados”.
Como luchador sindical jamás pidió cuartel ni nadie pudo darse el lujo de humillarlo. Siempre fue un digno oponente del cacicazgo de la Sección 20 del SNTE, a quien desafió con desdén, tan solo por tal osadía, se le debió permitir regresar a morir a su trinchera de origen, pero, “el látigo del cacicazgo trazó en el aire su rúbrica”.
Alejandro supo hacer amigos, los que así nos consideramos, supimos de su generosidad y nobleza. Algunos conservamos su amistad, cómo y cuánto, hasta que él quiso. De los que no la conservaron, siempre comprendió sus razones para ello. Al final todos lamentamos su pérdida. Alejandro: “Hasta reandar lo andado”. Maestro. Enrique Figueroa Romero. Director de la Unidad 181 UPN. Febrero/2000. Vocero del Norte.

La gloria y el amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡Despertar es morir!
Gustavo Adolfo Bécquer

Juanita Cedano Torres QEPD.

De gran personalidad por su amabilidad y sus atributos físicos, “Juanita” como se le conoce todavía afortunadamente, destacó entre un grupo de maestras acaponetenses de gran participación política en la región norteña del estado de Nayarit. Fue maestra de grupo de primaria y de las primeras que se incorporaron a la planta docente de la escuela secundaria de Acaponeta.
Cuando me encontraba prestando mis servicios en la secundaria de San Felipe Aztatán, le dieron la oportunidad de cubrir la subdirección, desde donde se ganó el cariño de todo mundo, por su gentileza y su “don de gente”. Ya como directora de esa pos primaria, permaneció en ella hasta su jubilación. Con Salvador García, el querido gordo Cuco Becerra, Ascensión Jasso y la inolvidable Mireya Cedano y otros compañeros de amistad arraigada dentro de la disidencia sindical, establecimos el principio que para contrarrestar el acoso político, lo mejor era cumplir la tarea docente encomendada, con ello, vencimos la resistencia de Juanita, ganándonos su afecto. Destacó de manera sobresaliente de Compañera Directora, la que por sus méritos en cierta ocasión, movilizó en su apoyo a todo el alumnado, todos sus compañeros y padres de familia, de la región de influencia de su escuela, cuando un grupo de profesores ajenos a ésta, pretendió de desalojarla por razones políticas.
Lo anterior la convirtió en una de las abanderadas de la democracia sindical, cuando se dio el Movimiento Reivindicador del Magisterio. “Sabia virtud de conocer el tiempo”, entre otros, el gran mérito de Juanita, es haberse jubilado en el momento preciso, cuando mantenía el cariño, el respeto y el reconocimiento de quienes compartimos con ella, sus últimos años de servicio a la educación. A Juanita, todavía los pobladores de la margen izquierda baja del río Acaponeta, la recuerdan con emoción y afecto. A Juanita se le debe un merecido homenaje en Honor al Mérito Educativo. Maestro Enrique Figueroa Romero. Vocero del Norte. Mayo 14 de 2000.

Al brillar un relámpago nacemos
y aún dura su fulgor cuando morimos;
tan corto es el vivir.
Gustavo Adolfo Bécquer

Elvia Jiménez Wongpio QEPD.

A través de Elisa y Ernestina, directivos de la escuela secundaria de Tecuala, me enteré que la Profesora. Elvia Jiménez Wongpio sería epónima de la generación saliente de esa honorable institución educativa, en reconocimiento a sus múltiples méritos pedagógicos y ciudadanos que la hacen una de las maestras más respetables y conocidas de la región norte del estado y al mismo tiempo, por haber cumplido 40 años de servicio educativo en beneficio de los niños y adolescentes de su ciudad de origen. Por todo el respaldo recibido como subdirector de los compañeros de dicha escuela y por las muestras de amistad recibidas durante 10 años de mi permanencia en la región, en contra de mis costumbres, acepté se me honrara como padrino de generación para tener la oportunidad de estar presente, en ese humilde pero muy significativo homenaje que se le rinde a tan destacada maestra. Tengo razones personales de gratitud a Elvia, una de ellas, el haberme Abierto espacio en la escuela primaria donde era directora, oponiéndose a opiniones políticas contrarias que prevalecían hace 20 años. Tuve la fortuna de encontrar en ella, una directora que me brindó su amistad, comprensión y apoyo, para sostenerme y proyectar al turno escolar encomendado a los niveles que alcanzó, sobre el resto de las escuelas de su nivel.
Elvia ha sido la única mujer que cubrió el puesto de Secretaria del Ayuntamiento, como tal, me indujo a que aceptara ser subdirector, brindándome un apoyo que totalmente me otorgó para el cumplimiento de mi cometido oficial. Maestro Enrique Figueroa Romero. Vocero del Norte. Junio de 2000.

Ha de venir. Vendrá.
¿Cuándo?... No sé. Muy pronto.
Escucho ya su voz remota
y sus pisadas oigo.

Abre la puerta, alma; que no te tenga
que llamar. Y que esté dispuesto todo:
apagado el fogón, limpia la casa,
y el blanco cirio de la fe, en el fondo.

Ha de venir. Vendrá. Calladamente
me tomará en sus brazos. Así como
la madre al niño que volvió cansado
de correr bosques y saltar arroyos.
Yo le diré en voz baja: -Bienvenida-,
y sin miedo, ni asombro,
me entregaré al Misterio,
pensaré en Dios y cerraré los ojos.
Luis G. Urbina


No hay comentarios: