Desde Tecuala la orgullosa.
Enfir. Vocero del Norte. 20/01/2008. A mediados de los años setenta se inició una confrontación política que de acuerdo a las circunstancias, a veces era de afecto morboso y en ocasiones de ánimo receloso. Los cotejantes, se encauzaron por sendero colineal y su despegue fue la traición o la prodición para que se oiga menos feo.
Los dos, fueron dirigentes sindicales, nada más que el primero llegó a secretario general y el segundo se mantuvo en secretarias de segundo pelo, de la poderosa sección 20 del SNTE. Ambos, fueron diputados al Congreso del Estado, uno lo fue plurinominal, aprovechando las concesiones concejales del PRI y el otro por una seudo preelección partidaria que le fue orquestada por el líder sempiterno de la sección 20. De la dualidad, ninguno puede mostrar ante la opinión pública los beneficios que por su gestión personal hayan obtenido para el municipio de Tecuala, es decir, ambos vegetaron en sus legislaturas y como siempre, solo fueron capaces de “levantar el dedo”. Por los méritos desplegados en el congreso, los dos, han pretendido o pretenden con delirio, ser presidentes municipales de la “orgullosa Tecuala”, con ésta (2008), ya van tres y dos ocasiones que los pillos respectivamente quieren sacarse el premio. El negro , como alumno en la “prueba enlace” se encuentra tan rezagado que hay que mandarlo a que repita la normal básica para adscribirlo a que devengue su sueldo en alguna escuelita, el tecualita , con el auto festejo realizado en noviembre pasado y con la presencia de sus líderes padre e hijo y todos los demás “politiqueros” que pudo reunir, parece que se “encarrera” desbocado a lograr su propósito.
En lo anterior, está el dilema, porque, en la primera ocasión que lo intentó, quedó de manifiesto su inaceptabilidad, lo cual, se le disculpa por que cargaba con el lastre de que su hermano había sido un presidente municipal inefable, ignorante e inmoral; en la segunda ocasión, el tecualita repuntó de acuerdo a lo acostumbrado, quedando solo arriba del infando negro, al cual se le demostró absoluto rechazo y se le hundió en el sótano, como justo premio a sus corruptelas. Para 2008, el Negro pagó un panegirista para que le prodigara algunas flores en algún diario de Tepic, en el cual se hacía notar su “disciplina y lealtad partidaria”, encontrando solo oídos sordos. Por lo del festejo a la vieja usanza tradicional priista, descrito al principio de la nota, el tecualita ya lo desplazó por completo y está claro, como siempre, el “pinto ya le ganó al colorado”.
Hasta hoy todo es especulación, de que el “dueño del PRI” ya le dio al “tecualita” todo su respaldo, para desconsolación del negro y como está la política estatal, en que el PRI va en “caballo de hacienda” a ganarlas todas, por concesión a la sección 20, es el tecualita el seleccionado. Por los antecedentes, éste no es candidato que garantice el triunfo priista en Tecuala, es una persona muy vista y pudiera darse en el municipio, que con un buen candidato, que fuera capaz de unificar los ánimos de todos los tecualeños que no simpatizan con la imposición “lider moral” y se unieran para que independientemente de partidos o ideologías y sacrificando personales intereses impidieran ese tributo al líder magisterial. Otra opción, como las circunstancias determinan lo que el pueblo tiene que hacer cuando la terquedad caciquil le impone lo que ya ha rechazado y en Tecuala, los caciques descansan en paz, por lo tanto es necesario, que mediante acciones democráticas válidas (voto de castigo, voto de rechazo, voto diferenciado, voto en contra), el pueblo demuestre en las urnas el rechazo al compromisoque se le quiere imponer, en tanto, la ciudadanía encuentra quien los organice.
miércoles, 26 de marzo de 2008
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