Por naturaleza se repelen y para desgracia de los tuxpenses, coincidieron en el mismo momento en el ejercicio de dos funciones concurrentes, una como dirigente de un grupo de burócratas y el otro como patrón de ellos. La primera, celosa defensora de los derechos y de las conquistas de sus agremiados y el segundo, guardián que no se intimida de nada ni de nadie y que está para proteger las finanzas municipales que le sirven para garantizar el bienestar de su pueblo que lo llevó al poder.
Los dos, Águeda y Eduardo, se acometen con todos los recursos legales y no legales de que disponen, ya que el enfrentamiento es de pronóstico reservado. Águeda, ha juramentado acabar con el privilegio electoral y las aspiraciones futuras de Eduardo y éste, cumplir sus baladronadas de poner en su lugar a la calzonuda de Águeda, como que sabe quien es y lo que vale. Los dos saben lo que significa salir avante y con el brazo en alto, para ella, mantener su prestigio de imbatible domadora de presidentes y acrecentar la idolatría que le tienen sus agremiados y para él, aumentar su popularidad y el cariño de la mayoría de su pueblo para lo que pudiera presentarse en un futuro. Lo que se especula que sucederá y lo esotérico del conflicto entre ambos es para comentarlo a futuro.
La huelga de burócratas , era inevitable, como el encontronazo de locomotoras a toda “máquina” que concurren al mismo punto y se dio exactamente como se tenía que dar, Águeda sitiando el edificio municipal para acabar mediante la huelga con las arbitrariedades de Eduardo y éste, sorprendiendo a Águeda al cambiar la administración para acabar con los efectos de la huelga. Durante el transcurso, la lidereza afirma que le asiste la razón porque la respalda la decisión de un tribunal y el presidente, se mantiene en edificios particulares por que su ayuntamiento es honorable con H, libre y soberano y eso es lo que a la gente de Tuxpan le gusta por eso lo han elegido dos veces. El semblante de la dirigente tranquilo, firme y como si está en sus meros moles, el de la autoridad decidido, vociferante y como si se le alteró lo moreno.
Los antagonistas, bélicos por naturaleza tienen una coincidencia que provoca hilaridad, ambos, usando todos los sinónimos, se señalan uno al otro, como chiflados y mal de sus facultades mentales y tal parece que por el tipo de ofensas que se profieren, los dos se encuentran dentro del estereotipo de loco u orate. Sin el deseo de ofender y menos a la dama, solo señalaré algunas características que me permiten hacer la anterior aseveración: no se convencen entre ellos, porque el otro está loco; ninguno es agresor, porque el loco es el otro; afirman que están locos pero no penitentes; demuestran una sabiduría sutil; actúan sin pensárselo antes; no temen a nadie; hay razones que solo ellos entienden; y, su corazón es más elevado que su mente. Genéricamente a la antigüita, quién tenga más características será el cuerdo y el que tenga menos será el loco.
Sindicalismo de Machete. macariosl. nayaritpuntocom
A raíz del conflicto laboral suscitado en Tuxpan entre el ayuntamiento y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y de los Municipios, se suscitan algunas interrogantes que se están deslindando. Uno: El sindicalismo original, el de “machete”, como los de Bellavista , Río Blanco y Cananea que fueron movimientos precursores de la Revolución Mexicana, así como, el de las mutualidades, uniones y pequeños sindicatos de la Casa del Obrero Mundial que fueron los antecedentes revolucionarios de los grandes sindicatos actuales y que en el concepto literal, son la asociación de trabajadores para defender sus derechos laborales y la conquista de nuevos, todavía existe uno y está representado por el SUTSEM. Dos: El sindicalismo descrito, aún cuando está en peligro de extinción nos enteramos que todavía existe, cuando los burócratas del SUTSEM, enarbolando la bandera rojinegra hacen estallar una huelga en defensa de esos derechos y esas conquistas que un “patrón” autócrata, populista y mesiánico pretende desconocer contraviniendo los lineamientos legales y los compromisos que de ellos se derivan o se han derivado de los convenios contractuales. Tres: Que los líderes como Demetrio Vallejo, Othón Salazar y Federico González Gallo, verdaderos líderes que nunca presumieron sus orígenes socialistas, que fueron congruentes con sus ideales, que hicieron del sindicalismo instrumentos utilizados en la defensa de los derechos y conquistas de sus representados y que su lucha no la aprovecharon para la conquista de posiciones políticas personales y familiares, están dignamente representados, por la líder del SUTSEM que a ultranza pide “nada más lo que les corresponde a los trabajadores”.
Por morbo o porque quisieran verla comerse una sopa de su propio chocolate, muchos desean que el Presidente Municipal de Tuxpan “le quite lo calzonudo” a la líder del sindicato, sin embargo sería un contrasentido, que lograra sus propósitos un funcionario sin verticalidad, obsesivo y provocativo, que como CALÍGULA, comenzó su gobierno adulado por el pueblo y terminará como dictador, siendo detestado por todos.
Muchos epítetos no elogiosos se le han adjudicado a Águeda Galicia Jiménez, provenientes principalmente de los alcaldes con los que ha tenido que tratar durante su trayectoria sindical y ahora los que le ha endilgado su opositor, todos de igual manera han sido correspondidos. Los múltiples epítetos elogiosos que ha recibido, principalmente de sus compañeros que la idolatran, los ha recibido con humildad, frecuentemente se le señala como, digna, respetada, destacada, orgullo, luchadora social y otros, todos se los cree. Nada mas que no le vayan a colgar el de LIDER MORAL, que no lo permita, porque con los casos que tenemos, mas que elogio es una ofensa, porque los líderes morales existentes, han secuestrado los sindicatos perpetuándose en el poder, utilizando sus organizaciones para obtener beneficios políticos para él, su familia y sus esbirros, negociando las prestaciones de sus representados para su beneficio político y económico, abandonando los intereses de los trabajadores y se alejan cada vez más de su responsabilidad estatutaria de luchar por mejores condiciones de vida de los agremiados a su sindicato.