Sentidos y Contrasentidos.
Enfir. Vocero del Norte. 27/07/2008
LA RESACA. Después de la borrachera viene la resaca. Durante los tiempos previos y los días inmediatos a las elecciones se escribió tanto, que ahora con más de lo mismo, castiga por cansancio no tener la temática suficiente para elaborar la nota de la semana. Tema muy socorrido es el de las justificaciones de las derrotas, principalmente entre los priistas que fueron los que más ayuntamientos perdieron, lo anterior se da, porque la verdad ni los perredistas y mucho menos los panistas esperaban la cosecha que obtuvieron.
SENTIDOS Y CONTRASENTIDOS. Entre las notas que han aparecido argumentando sentidos y contrasentidos sobre la derrota del PRI en los ayuntamientos del norte y del sur, tenemos: la del cerebral líder camionero Felix Torres Haro, quien advierte, que si el tricolor se sigue confiando lo más seguro es que seguirá perdiendo posiciones; la del brillante diputado electo Jorge Mondragón Peña quien considera, que faltó realizar trabajo electoral, si no hay unidad no hay triunfos y no alcanzó el tiempo; la del modesto y carismático diputado Luis Alberto Acevo Gutierrez que imputa a los priistas la traición; la del imaginativo, Rafael Vega Herrera, todavía diputado, el cual asevera, que las derrotas del PRI le provocan tristeza, pero a la vez, ésto “le da gusto porque solamente así se podrá acabar con los cacicazgos, yo soy de la idea de que ya es tiempo de exterminar los cacicazgos en el estado”; la del genial ex gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza, el bien querido no culpa, pero si comenta que, “nada va a cambiar las derrotas del PRI en el norte del estado” y agrega, que el PRI no ha perdido nada los que han ganado son los otros y por último se lava las manos diciendo, “Yo porqué, ni designé y ni fui responsable, yo solo fui observador e invitado sin ingerencia”; y, como esas, muchas más culpando al tiempo breve, los pocos recursos, el deficiente trabajo, la falta de carisma de los candidatos y otros planteamientos con argumentos intelectualoides tendientes a ocultar las verdaderas razones y con cuidado de manejar nombres de fenómenos o de personas.
REFLEXION DE UNA SESUDA OPINIÓN. Digna de consideración y apegada dentro del círculo de los que “saben que saben”, la declaración del síndico electo Carlos Ruiz Flores: (1) Un mes de campaña no fue suficiente para que se superaran las diferencias al interior del partido y alcanzaran la (2) penetración social para obtener el triunfo, ésto, (3) quedó asentado en la derrota de ocho alcaldías. Varios factores influyen en las derrotas del PRI, el más grave es la “obcecación” del candidato de (4) no abrirse a las fuerzas políticas. Con el desglose de la declaración surge mi interpretación:
1. Tres años 2005-2008, tenía la corriente magisterial en actividades de proselitismo y precampaña, en acumulación de reductos partidistas y en acopio de posiciones en la administración publica, con el propósito, de alcanzar una hegemonía política que lograra el mayor número de posiciones en las elecciones de 2008 y tomarla como plataforma de la campaña para gobernador de 2011. ¿Tres años no fueron suficientes para que se superaran las diferencias?, todo parece indicar que se incrementaron más.
2. Como había diferencias al interior del partido, no se dio la penetración social, entendiendo ésta, como el apoyo de la corriente magisterial para obtener el triunfo en los ayuntamientos perdidos, así manifestado en reiteradas ocasiones, por el “lÍder moral” de Carlos Ruiz Flores, al grado de considerar que su corriente era invencible, una gran fábrica de políticos y con una gran estructura que abarcaba todos los rincones de la entidad, de donde tendrían que salir los candidatos de las elecciones de 2008 y el que quisiera, esto lo manifestó su heredero en su fiesta de cumpleaños, tendría que acercarse al gran repartidor.
3. Sin hegemonía política tenían que darse las diferencias al interior del partido y que fueran insuperables, por la obsecación del líder moral y no la de los candidatos, todo por súper considerarse factor determinante en los resultados electorales de 2008 y por lo tanto, ser el “gran ganón” en el reparto de las candidaturas y el “dedo divino” en la designación de candidatos. Lo irónico, es que su testarudez tan solo le alcanzó para “Gran Perdedor” no solo de las alcaldías del norte, sino también, las del sur, siendo ésta, la enésima ocasión que la pierde con el mismo.
4. Por el postulado asentado por J. J. Ley en una de sus voces políticas, “más se pierde que lo que se aporta”, algunos candidatos optaron por poner oídos sordos a las recomendaciones de abrirse a las fuerzas políticas, que les hizo llegar el líder moral a través de sus “corre ve y dile”. Algunos se sostuvieron y fueron los que ganaron y entre los que si admitieron el reforzamiento de sus campañas, fueron más los que perdieron que los que ganaron.
BLANCA YESENIA JIMÉNEZ CEDANO. Con la serenidad y la madurez que dejan los descalabros pasajeros a las personas inteligentes, la ex candidata a presidente municipal de Acaponeta, pidió al priísmo, “analizar la experiencia que se vivió no sólo en Acaponeta, sino en el norte y el sur del estado, retomar lo que es positivo, qué es lo que está pasando al interior del partido y fuera de éste. Tendremos que hacer un análisis muy frío de lo que la sociedad espera de sus candidatos, en cuanto a sus propuestas y tipo de perfiles”, además, como ejemplo de vergüenza personal, manifestó no solicitar su reincorporación al congreso del estado.
En cuanto a las declaraciones de la ex diputada, es indudable que se puede hacer un análisis frío de los sucesos que conmocionaron al PRI en las elecciones de 2008, pero además, es saludable que se derive del principio de que la “ropa sucia se lava en casa”, solo me queda una interrogante, ¿porqué no hacer un análisis ardiente donde no se excluyan qué y cuáles, no lo amerita el efecto sándwich?. Cualquier lógica que no haga este tipo de consideraciones y muchas más, que constituyen los vicios septuagenarios del partido, sería la lógica de la retórica intrascendente del momento de las desgracias, que se pregona pero luego se olvida.
http://nayariteducacom.blogspot.com
SENTIDOS Y CONTRASENTIDOS. Entre las notas que han aparecido argumentando sentidos y contrasentidos sobre la derrota del PRI en los ayuntamientos del norte y del sur, tenemos: la del cerebral líder camionero Felix Torres Haro, quien advierte, que si el tricolor se sigue confiando lo más seguro es que seguirá perdiendo posiciones; la del brillante diputado electo Jorge Mondragón Peña quien considera, que faltó realizar trabajo electoral, si no hay unidad no hay triunfos y no alcanzó el tiempo; la del modesto y carismático diputado Luis Alberto Acevo Gutierrez que imputa a los priistas la traición; la del imaginativo, Rafael Vega Herrera, todavía diputado, el cual asevera, que las derrotas del PRI le provocan tristeza, pero a la vez, ésto “le da gusto porque solamente así se podrá acabar con los cacicazgos, yo soy de la idea de que ya es tiempo de exterminar los cacicazgos en el estado”; la del genial ex gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza, el bien querido no culpa, pero si comenta que, “nada va a cambiar las derrotas del PRI en el norte del estado” y agrega, que el PRI no ha perdido nada los que han ganado son los otros y por último se lava las manos diciendo, “Yo porqué, ni designé y ni fui responsable, yo solo fui observador e invitado sin ingerencia”; y, como esas, muchas más culpando al tiempo breve, los pocos recursos, el deficiente trabajo, la falta de carisma de los candidatos y otros planteamientos con argumentos intelectualoides tendientes a ocultar las verdaderas razones y con cuidado de manejar nombres de fenómenos o de personas.
REFLEXION DE UNA SESUDA OPINIÓN. Digna de consideración y apegada dentro del círculo de los que “saben que saben”, la declaración del síndico electo Carlos Ruiz Flores: (1) Un mes de campaña no fue suficiente para que se superaran las diferencias al interior del partido y alcanzaran la (2) penetración social para obtener el triunfo, ésto, (3) quedó asentado en la derrota de ocho alcaldías. Varios factores influyen en las derrotas del PRI, el más grave es la “obcecación” del candidato de (4) no abrirse a las fuerzas políticas. Con el desglose de la declaración surge mi interpretación:
1. Tres años 2005-2008, tenía la corriente magisterial en actividades de proselitismo y precampaña, en acumulación de reductos partidistas y en acopio de posiciones en la administración publica, con el propósito, de alcanzar una hegemonía política que lograra el mayor número de posiciones en las elecciones de 2008 y tomarla como plataforma de la campaña para gobernador de 2011. ¿Tres años no fueron suficientes para que se superaran las diferencias?, todo parece indicar que se incrementaron más.
2. Como había diferencias al interior del partido, no se dio la penetración social, entendiendo ésta, como el apoyo de la corriente magisterial para obtener el triunfo en los ayuntamientos perdidos, así manifestado en reiteradas ocasiones, por el “lÍder moral” de Carlos Ruiz Flores, al grado de considerar que su corriente era invencible, una gran fábrica de políticos y con una gran estructura que abarcaba todos los rincones de la entidad, de donde tendrían que salir los candidatos de las elecciones de 2008 y el que quisiera, esto lo manifestó su heredero en su fiesta de cumpleaños, tendría que acercarse al gran repartidor.
3. Sin hegemonía política tenían que darse las diferencias al interior del partido y que fueran insuperables, por la obsecación del líder moral y no la de los candidatos, todo por súper considerarse factor determinante en los resultados electorales de 2008 y por lo tanto, ser el “gran ganón” en el reparto de las candidaturas y el “dedo divino” en la designación de candidatos. Lo irónico, es que su testarudez tan solo le alcanzó para “Gran Perdedor” no solo de las alcaldías del norte, sino también, las del sur, siendo ésta, la enésima ocasión que la pierde con el mismo.
4. Por el postulado asentado por J. J. Ley en una de sus voces políticas, “más se pierde que lo que se aporta”, algunos candidatos optaron por poner oídos sordos a las recomendaciones de abrirse a las fuerzas políticas, que les hizo llegar el líder moral a través de sus “corre ve y dile”. Algunos se sostuvieron y fueron los que ganaron y entre los que si admitieron el reforzamiento de sus campañas, fueron más los que perdieron que los que ganaron.
BLANCA YESENIA JIMÉNEZ CEDANO. Con la serenidad y la madurez que dejan los descalabros pasajeros a las personas inteligentes, la ex candidata a presidente municipal de Acaponeta, pidió al priísmo, “analizar la experiencia que se vivió no sólo en Acaponeta, sino en el norte y el sur del estado, retomar lo que es positivo, qué es lo que está pasando al interior del partido y fuera de éste. Tendremos que hacer un análisis muy frío de lo que la sociedad espera de sus candidatos, en cuanto a sus propuestas y tipo de perfiles”, además, como ejemplo de vergüenza personal, manifestó no solicitar su reincorporación al congreso del estado.
En cuanto a las declaraciones de la ex diputada, es indudable que se puede hacer un análisis frío de los sucesos que conmocionaron al PRI en las elecciones de 2008, pero además, es saludable que se derive del principio de que la “ropa sucia se lava en casa”, solo me queda una interrogante, ¿porqué no hacer un análisis ardiente donde no se excluyan qué y cuáles, no lo amerita el efecto sándwich?. Cualquier lógica que no haga este tipo de consideraciones y muchas más, que constituyen los vicios septuagenarios del partido, sería la lógica de la retórica intrascendente del momento de las desgracias, que se pregona pero luego se olvida.
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