Voto de Castigo
Firje. Educomentarios. Vocero del Norte
Para cuando esta columna salga –sábado 27 de junio de 2009- estaremos en la antesala del día de las elecciones federales para votar por quién nos ha de representar en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, un candidato para cada nayarita y un voto único en la comunidad y el distrito donde tenga que ejercer su derecho cívico de acuerdo con el padrón electoral, lo que significa que la acción de cada ciudadano para el 5 de julio de 2009 debe de ubicarse dentro de los límites geográficos y políticos que vayan implícitos en el ejercicio democrático que establece la Ley Electoral.
Cualquier situación que rompa con esa condición, por ejemplo, concentrar con carácter de operadores, observadores y provocadores, “mapaches electorales” de todo el estado en un solo distrito, no es más que UNA MANCHICUEPA DELICTUOSA practicada por mente perversa e inescrupolosa, que raya en lo estúpido, cuando lo hace como una estrategia “brillante” de campaña y que el IFE de facto debe de sancionar drásticamente por ser un recurso que pone en peligro el proceso democrático y porqué de no hacerlo, otorga condiciones leoninas a quién antidemocráticamente manipula sujetos sin darles la mínima oportunidad de actuar por elección y reflexión, intimidándolos y coercionándolos para que asistan de todo el estado a cumplir labores de mapachería en todas las casillas de un distrito en apoyo del candidato que es su hijo putativo y que es un aspirante tan ignominioso que no es capaz de afirmar sin sonrojarse de que “no es un títere de nadie”, tal como lo hace su contrincante electoral del PAN. Insistir en corromper la buena fe de los que asisten a las urnas a cumplir con el derecho ciudadano de VOTAR es tan deplorable y delictivo como incitar a la ilegalidad de NO VOTAR en cualquiera de sus manifestaciones: abstencionismo, voto blanco, voto nulo o votada de… lo que más duela, por eso, lo menos que merecen los cerdos políticos que baten la porquería de la política para su beneficio personal y familiar es el: VOTO DE CASTIGO.
En la vida política de México, el 5 de julio/09 es día de gran trascendencia por múltiples razones, pero la más importante de todas, es que ese día los que decidamos votar, elegir o seleccionar a través del voto -partidista, útil, razonado o de castigo- estaremos cumpliendo con un deber ciudadano que la constitución establece, pero que no obliga. Paralelamente, quienes decidan no votar, también estarán cumpliendo con un deber ciudadano, que aun cuando no está amparado por la ley, si está establecido que en un régimen de libertades, cualquiera puede manifestar sus inconformidades de la manera que considere será tomado en cuenta, siempre y cuando, no lesione intereses de terceros y que no rompa con el orden público. Otra razón por la que es importante el día de las elecciones, es que de la respuesta ciudadana y de los resultados que se obtengan dependerá en gran parte el futuro de la nación, porque de esta contienda electoral y de todos los mensajes que de ella se han derivado, el país debe encauzarse por el derrotero que vaya de acuerdo a las apreciaciones de las mayorías cada vez más vejadas, relegadas y empobrecidas y en desacuerdo con las minorías enriquecidas a costa de la depredación pública y del pueblo. Posiblemente aquí, tendría cabida el ¡ya basta! tan trillado y mejor me inclino, no por el recordatorio maternal para quienes se sientan aludidos, sino con la advertencia: “el horno no está para bollos”, esto quiere decir que no se debe de seguir cínica y descaradamente hundiendo al país, so pena, de recibir el castigo merecido.
¿POR QUIÉN VOTAR?
Para el 5 de julio/09, para los que decidamos votar hay que tomar una decisión razonada si no se tiene o modificar la que ya se tiene si hay remordimientos de conciencia, para ello a riesgo de caer en omisiones, aquí están algunas que me parecen obvias.
. Si mi posición es apasionada, sectaria o intolerante, no hay más, votaré por el candidato de mi partido.
. Si tengo incertidumbre partidaria, sin tentarme el corazón, votaré por el candidato del partido que me ofrezca lo que mi partido me niega.
. Si el candidato de mi partido garantiza el cumplimiento de las promesas de mi partido (sic), no hay más, voy con él.
. Si el candidato de mi partido es un malandrín o malandrina, sin pensarlo, buscaré entre los otros el más idóneo.
. Si de todos los candidatos no se hace uno, como es el caso actual, entonces razonadamente utilizaré el voto útil, por el candidato o candidata más moderado en sus planteamientos, en sus propuestas y en sus ofrecimientos.
. Si en mi distrito se encuentra el candidato más cínico, corrupto, falso, bruto, holgazán, títere y fósil repetitivo, entonces mi voto de castigo se lo otorgaré al candidato que más posibilidades tenga de derrotarlo.
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