sábado, 7 de marzo de 2009

LOS ZANGANOS


Clase Privilegiada


Enfir. Educomentarios

LOS ZÁNGANOS, aparecen sobre el planeta, cuando las sociedades se hacen más complejas. Los zánganos por definición, son holgazanes que se sustentan de lo ajeno, es el grupo que a lo poco o nada que hacen, todavía le aplican la ley del menor esfuerzo y con lo exiguo de su actividad y los bienes mal habidos, unos más otros menos, consiguen para sus satisfactores y excesos. Como ejemplo tomo como arquetipo a las abejas, éstas un día, creyeron que andaría mejor el gobierno de la colmena, si estableciesen impuestos para costear los servicios públicos. Viendo que los zánganos comían sin producir, dormían sin estar cansados y andaban de ociosos acosando a la Reyna, les ofrecieron la cobranza y su administración, lo que estos aceptaron gustosos frotándose las manos, ya que era un trabajo cómodo, liviano, que se hacía con el menor esfuerzo y se podía tener buena remuneración, además, podían tomar lo que se pudiera al descuido de las abejas. Poco a poco con sus hurtos, los zánganos superaron a las confiadas abejas, logrando convertirse en una clase privilegiada, ya que para ello contaban: con el gobierno, los impuestos, el designio de las abejas, los favores de la Reyna y los gremios.

ZANGANUS POLITICUS. Los Zánganos cada vez fueron más influyentes, más ricos y perversos, los cuales, aprovechándose de ello, indujeron a las abejas para que los eligieran permanentemente al mando con todas sus canonjías y privilegios. El poder lo aprovecharon para colocar desmedidamente a sus familiares y amigos, ocupaban los mejores cargos, eran perpetuos en el control del enjambre, no se hartaban de poder, su descendencia era divina por herencia, eran despóticos en el hartazgo y sumisos en el infortunio, en lugar de bienes producían estiércol, reptaban por temor a la competencia, eran cínicos, sinvergüenzas e inmorales, todo lo anterior y algunos otras monadas, les sirvieron para crearse cotos de poder y liderazgos sempiternos.

ZANGANUS CORRUPTUS. Con el tiempo, los zánganos se corrompieron al extremo, los daños que ocasionaban eran impunes, sus privilegios eran un insulto, su gula era insaciable y vivieron para fingir, traicionar y pisar a los demás. Para mantener su “statu quo”, aumentaron los impuestos sin importar las protestas y la miel de la colmena fue insuficiente para cubrir las necesidades del enjambre. Hambre, escasez, desocupación, enfermedades, miseria, sueldos insustanciales, pésimo servicio médico, derechos pisoteados y libertades conculcadas, fue lo que dejó la administración de los zánganos, al darse cuenta, las abejas se rebelaron por los peligros que tenían que afrontar por culpa de los zánganos. Los farsantes fueron sentenciados al ostracismo y al despojo de todo lo mal habido, a la vez, se decretó que “tenían que sobarse el lomo y producir miel si querían comer”.

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