Amarga Navidad
Enfir. EDUCOMENTARIOS.
ES LAMENTABLE que a mediados de diciembre exista incertidumbre sobre el pago de aguinaldos para los trabajadores de base de los ayuntamientos en nuestra entidad, al menos, la mayoría de los alcaldes han expresado no contar con los recursos financieros para cubrir esa prestación que por ley es un derecho de los trabajadores y que debe estar garantizado a partir de que se presupuesta con un año de anticipación y que por ningún motivo debe disponerse para cualquier otro fin o propósito avieso.
ES INCONCEBIBLE que a los trabajadores no se les garantice un pago presupuestado y que quede supeditado a la posibilidad de conseguir o no para que lo reciban en monto y tiempo como lo establece la ley, porque el recurso debe de estar haya o no cambios de autoridades, existan o no compromisos de pago a contratistas y proveedores o se de prioridad al pago de los empleados de confianza y de los funcionarios de la estructura municipal.
ES INDIGNANTE que para pagar los aguinaldos y cualquier otra prestación a los trabajadores, se tenga que recurrir a las medidas coercitivas que para el caso están establecidas en la ley y con ello, que los presidentes municipales cumplan con su obligación de pagar los aguinaldos. Se hace hincapié en la obligación de cumplir con la ley, la cual se adquiere desde el primer momento que un alcalde toma posición de su puesto. Es cierto, que tienen que cumplir con los compromisos de campañas, pero primero está mantener el empleo y la seguridad social y económica de los trabajadores sindicalizados integrados en el ayuntamiento.
ES VERGONZANTE que los presidentes municipales estén hablando de empréstitos millonarios para obra pública y contratando a personal de confianza en exceso e innecesario y en cambio, supediten el pago de las prestaciones de ley a la buena voluntad de autoridades superiores para que les proporcionen lo necesario. El aguinaldo, las primas vacacionales, el reparto de utilidades, etc, no son dádivas que se otorgan a destiempo y para cuando se tenga, sino que son obligaciones a cubrir oportunamente por los presidentes municipales en función, a los cuales, no se les debe permitir irresponsabilidades establecidas en el marco jurídico correspondiente.
ES INCOMPRENSIBLE que al principio de nuevas administraciones no se garanticen estos tipos de pagos, con la simpleza de que el cabildo que se fue NO LOS DEJO, pero injustificable que los nuevos cabildos no hagan nada para recuperarlos. Algo tiene que hacerse para que no se den estas irresponsabilidades en los relevos de administración pública y que no de diga que no está establecido legalmente. Ya basta de latrocinios en los pillos de la administración pública, por eso, tenemos tanto delincuente que se abrogan el derecho de los políticos: “enriquecerse con impunidad y descaro”.
ES COMPRENSIBLE y digno de reconocimiento, aún cuando es lo menos que se espera de un funcionario electo de la oposición, que el presidente municipal de Tecuala “ante el desmantelamiento del ayuntamiento que recibió y el atrevimiento del alcalde que le antecedió, de llevarse el dinero del pueblo y parte de los aguinaldos de los empleados de base, después de un balance y de acuerdo con el monto en especie y dinero sustraído indebidamente, demandará al expresidente municipal para que sea detenido y pague el dinero que se llevó” (Express 02-12-08). Demandarlo y que luego sea detenido, es poco, Sr. Alcalde haga uso de su policía municipal, mándelo aprehender como indiciado, luego, como decía Don Porfirio: “senténcielo y luego averígüelo”. A menos, Sr. Alcalde que nos haya anticipado el “día de inocentes” ¿o nos esté dando atole con el dedo?. Mientras tanto, los burócratas tecualeños contentos con el alcalde Alberto Parra Grave, porque con su sensibilidad y responsabilidad que lo caracteriza, anunció el pago de aguinaldos a partir del 18 de diciembre de 2008.
ES MANIFIESTO, no de ahora sino de siempre, que la Señora Águeda Galicia, líder del SUTSEM, no se chupa el dedo y presta está para batirse, no con los esquiroles que esos no le preocupan, sino con los cabildos que no cumplan con sus compromisos laborales, sobre quienes ejercerá las presiones acostumbradas. Esperar como en cierta ocasión se lo sugirió Manuel Cota, que la Señora esté del lado opuesto para lo que sus compañeros la nombraron, es estúpido, en estos casos siempre estará al lado de sus compañeros, aún cuando corra el riesgo que algún loco la haga quedar mal o se gane el desprecio de quienes simulan no comprender para lo que está. Por ello la Señora juzga a los presidentes municipales de “inexpertos” en la administración de los recursos públicos y se queda corta, porque en caso de llegar a la contienda, lo menos que les dirá es que se roban los recursos económicos que el pueblo deposita en sus manos para que paguen compromisos.
¿Qué es el aguinaldo? Es esperanza que llega cada fin de año para pagar deudas, es ilusión de comprar lo que no se puede con el salario, es gusto de poder obsequiar a los queremos, es apoyo para solventar los gastos de Navidad, Año Nuevo y de Día de Reyes, es placebo para olvidar los ingresos raquíticos, es anhelo para quienes que no lo reciben, es deseo de cristalizar algún sueño y es una de las cosas buenas que tiene la navidad.
ES LAMENTABLE que a mediados de diciembre exista incertidumbre sobre el pago de aguinaldos para los trabajadores de base de los ayuntamientos en nuestra entidad, al menos, la mayoría de los alcaldes han expresado no contar con los recursos financieros para cubrir esa prestación que por ley es un derecho de los trabajadores y que debe estar garantizado a partir de que se presupuesta con un año de anticipación y que por ningún motivo debe disponerse para cualquier otro fin o propósito avieso.
ES INCONCEBIBLE que a los trabajadores no se les garantice un pago presupuestado y que quede supeditado a la posibilidad de conseguir o no para que lo reciban en monto y tiempo como lo establece la ley, porque el recurso debe de estar haya o no cambios de autoridades, existan o no compromisos de pago a contratistas y proveedores o se de prioridad al pago de los empleados de confianza y de los funcionarios de la estructura municipal.
ES INDIGNANTE que para pagar los aguinaldos y cualquier otra prestación a los trabajadores, se tenga que recurrir a las medidas coercitivas que para el caso están establecidas en la ley y con ello, que los presidentes municipales cumplan con su obligación de pagar los aguinaldos. Se hace hincapié en la obligación de cumplir con la ley, la cual se adquiere desde el primer momento que un alcalde toma posición de su puesto. Es cierto, que tienen que cumplir con los compromisos de campañas, pero primero está mantener el empleo y la seguridad social y económica de los trabajadores sindicalizados integrados en el ayuntamiento.
ES VERGONZANTE que los presidentes municipales estén hablando de empréstitos millonarios para obra pública y contratando a personal de confianza en exceso e innecesario y en cambio, supediten el pago de las prestaciones de ley a la buena voluntad de autoridades superiores para que les proporcionen lo necesario. El aguinaldo, las primas vacacionales, el reparto de utilidades, etc, no son dádivas que se otorgan a destiempo y para cuando se tenga, sino que son obligaciones a cubrir oportunamente por los presidentes municipales en función, a los cuales, no se les debe permitir irresponsabilidades establecidas en el marco jurídico correspondiente.
ES INCOMPRENSIBLE que al principio de nuevas administraciones no se garanticen estos tipos de pagos, con la simpleza de que el cabildo que se fue NO LOS DEJO, pero injustificable que los nuevos cabildos no hagan nada para recuperarlos. Algo tiene que hacerse para que no se den estas irresponsabilidades en los relevos de administración pública y que no de diga que no está establecido legalmente. Ya basta de latrocinios en los pillos de la administración pública, por eso, tenemos tanto delincuente que se abrogan el derecho de los políticos: “enriquecerse con impunidad y descaro”.
ES COMPRENSIBLE y digno de reconocimiento, aún cuando es lo menos que se espera de un funcionario electo de la oposición, que el presidente municipal de Tecuala “ante el desmantelamiento del ayuntamiento que recibió y el atrevimiento del alcalde que le antecedió, de llevarse el dinero del pueblo y parte de los aguinaldos de los empleados de base, después de un balance y de acuerdo con el monto en especie y dinero sustraído indebidamente, demandará al expresidente municipal para que sea detenido y pague el dinero que se llevó” (Express 02-12-08). Demandarlo y que luego sea detenido, es poco, Sr. Alcalde haga uso de su policía municipal, mándelo aprehender como indiciado, luego, como decía Don Porfirio: “senténcielo y luego averígüelo”. A menos, Sr. Alcalde que nos haya anticipado el “día de inocentes” ¿o nos esté dando atole con el dedo?. Mientras tanto, los burócratas tecualeños contentos con el alcalde Alberto Parra Grave, porque con su sensibilidad y responsabilidad que lo caracteriza, anunció el pago de aguinaldos a partir del 18 de diciembre de 2008.
ES MANIFIESTO, no de ahora sino de siempre, que la Señora Águeda Galicia, líder del SUTSEM, no se chupa el dedo y presta está para batirse, no con los esquiroles que esos no le preocupan, sino con los cabildos que no cumplan con sus compromisos laborales, sobre quienes ejercerá las presiones acostumbradas. Esperar como en cierta ocasión se lo sugirió Manuel Cota, que la Señora esté del lado opuesto para lo que sus compañeros la nombraron, es estúpido, en estos casos siempre estará al lado de sus compañeros, aún cuando corra el riesgo que algún loco la haga quedar mal o se gane el desprecio de quienes simulan no comprender para lo que está. Por ello la Señora juzga a los presidentes municipales de “inexpertos” en la administración de los recursos públicos y se queda corta, porque en caso de llegar a la contienda, lo menos que les dirá es que se roban los recursos económicos que el pueblo deposita en sus manos para que paguen compromisos.
¿Qué es el aguinaldo? Es esperanza que llega cada fin de año para pagar deudas, es ilusión de comprar lo que no se puede con el salario, es gusto de poder obsequiar a los queremos, es apoyo para solventar los gastos de Navidad, Año Nuevo y de Día de Reyes, es placebo para olvidar los ingresos raquíticos, es anhelo para quienes que no lo reciben, es deseo de cristalizar algún sueño y es una de las cosas buenas que tiene la navidad.
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