¿No nos habremos pasado de tueste?
Enfir. Vocero del Norte. 24/06/2008.
J. SANTOS PARTIDA. Sin duda Maestro, el perfil de mi nota se relaciona cien por ciento al del Inspector J. Santos Partida y de ninguna manera, se trata de un cebollazo, sino un sincero reconocimiento a la labor que como Inspector desempeñaba y debió, ser mejor su desempeño como docente, porque, las referencias de paliques entre compañeros le son ampliamente encomiosas. Aprovecho la ocasión de la introducción en su columna de Vocero del Norte 08/06/2008, para redireccionar EDUCOMENTARIOS y hacer una ligera acotación de lo que Usted ha comentado en: ¿no nos habremos pasado de tueste?.
P. D. Lo posterior va sin réplica y sin deseo de alterar lo bien planteado en la nota de referencia y con lo cual coincido.
P. D. Lo posterior va sin réplica y sin deseo de alterar lo bien planteado en la nota de referencia y con lo cual coincido.
EDUCACIÓN A LA MEXICANA. De ninguna manera, no puede tostarse lo que se retira del fuego antes de que el comal caliente. Casi todas las Reformas Educativas y los Proyectos Educativos que se realizan han quedado sin llegar a feliz término, a medias cuando bien nos vaya, para que luego, se dé la implementación de un nuevo proyecto si lo que se termina es reforma, ahora, para encubrir los fracasos del intelectualismo pedagógico de Elba Esther la líder imperecedera sindical, ya estamos inmersos en una “Gran Revolución Educativa” impulsada por quien ha concebido las anteriores reformas y al mismo tiempo se ha encargado de “darles matatena”.
La educación a la mexicana es la de los refritos de los refritos que ya se creen olvidados, cambian situaciones, injertan términos, le acomodan una neodenominación impactante, en un gran acto le ponen crema a los tacos, la dan a conocer por la red nacional de TV y ponen a toda la estructura magisterial a promocionarla, con éstos ingredientes, se arma, una Revolución con presupuesto para derrochar y tostarnos, pero cuando mucho, llegamos a tibiarnos. Sin ser pitoniso, para cuando iniciemos un nuevo sexenio, sea quien sea el Presidente de la República y Doña Elba Esther de eso estoy seguro, promovida por ésta “gratísima” luchadora social, se implementará, por llamarla de alguna manera “Revuelta Pedagógica”, la cual, será la plataforma del desarrollo social, político y económico del México de la Segunda Década del II Milenio de la Resurrección de Todos los Santos.
Si revolución es “acción o efecto de revolver o revolverse” y educativa es “lo que educa y sirve para educar”, de acuerdo al diccionario de la Encarta 2008, entonces, el significado del bivocablo revolución educativa es el “efecto o la acción de revolver o revolverse lo que educa o sirve para educar”. Así de sencillo, confundidos andamos como la conjunción anterior, por lo tanto, no se pueden esperar buenos resultados, de lo que es obtuso y desproporcionado, como todas las reformas y proyectos que anteriormente se han hecho, honrosa excepción, el Plan de Once Años, el cual, terminó infamado por quienes lo consideraron una panacea del problema educativo.
EDUCACIÓN A LA NAYARITA. ¿En nuestra entidad, es posible esperar buenos resultados educativos, partiendo de las promesas de campaña, continuando con los informes rendidos y terminando con los falseamientos manejados?. En campaña se plantea llanamente una educación de calidad, se promete lo necesario para lograrlo, se hacen supervisiones directas de debilidades, se sugiere proyectos y se otorgan algunos beneficios inusuales a escolares y personal. Después de dos años, las inconsistencias en infraestructura persisten, lo invertido es insuficiente, la estructura administrativa es deficiente, la simulación en las funciones educativas es creciente, hay corrupción en manejo de recursos a escolares, se condiciona a padres el servicio educativo, los proyectos escolares del ejecutivo se distorsionan, los recursos humanos se ocupan en actividades ajenas a la educación, el escalafón profesional es obsoleto, son arbitrarios los mecanismos de selección de personal, se mantiene caprichosamente la dualidad administrativa, las dependencias son concesiones políticas y etc. Los resultados se maquillan ante la opinión pública, por lo pronto, hasta no ver los resultados amañados de la prueba ENLACE 2008, se continua en antepenúltimo lugar, la educación en Nayarit es parte del sistema educativo nacional, que es lo peor de lo malo de acuerdo con los resultados de la OCDE, el aprovechamiento escolar es reprobatorio, se desvirtua la calidad educativa apoyándose en proyectos de amplitud educativa, se ocultan resultados negativos con calificativos de “excelencia” ante la ironía pública y se nombran funcionarios educativos con antecedentes irrelevantes y con la simpleza de que ya fueron y tienen muchos amigos. Por todo lo anterior y a partir de que se dio el desequilibrio, la respuesta a la interrogante inicial, es obvia y lo realizado es por demás, demagógico.
LA EDUCACIÓN NO FUNCIONA. Somos incontables los que manejamos la idea, sin pretender descubrir el hilo negro y ante la diversidad de las causas, opinamos que se da una disfunción de los actores que intervienen en el proceso educativo. Para que una educación funcione es necesario. que quienes intervienen en ella, sean “entusiastas” de los objetivos que se persiguen, pero, con autoridades educativas improvisadas, ignorantes del hecho educativo y que son eslabones de la cadena de complicidad general, con una supervisión desfasada y sin autoridad, con directivos despersonalizados e impreparados, con profesores mal pagados, desmotivados y con una formación deficiente, con planteles semidestruidos, carentes de servicios y con anexos inoperantes y con padres de familia desmerecidos por las autoridades educativas y rebasados por sus hijos, con lo anterior, no puede haber una educación que funcione, que obtenga buenos resultados y un buen producto educativo.
EL MERITO DE SER DIRECTIVO. Antes de que se perdiera el rumbo, los que ingresábamos al servicio y según nuestras expectativas, aspirábamos como algo dificilísimo, algún día ser director de escuela o inspector de Zona Escolar, para conseguirlo era superar pruebas de antigüedad, eficiencia, preparación, responsabilidad y moralidad, lo que se tenía que justificar en el Escalafón de la SEP, meter documentos de evaluación era relativamente fácil, difícil era obtener una ficha de evaluación con alta puntuación, el premio al esfuerzo, era obtener una plaza escalafonaria de director o supervisor, pero a partir de que se perdió el rumbo y con el escalafón amañado que opera desde la descentralización de la educación, estas plazas las ocupan malandrines en zonas económicas altas y las funciones las ejercen directores o supervisores con las características de antes, pero como ambicionan ser, aceptan vivir en el pecado. No cabe duda, “el que por su gusto es buey hasta la coyunda lambe”.
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