Soñar Despierto.

Realidad soñada.

Por el merecido descanso decembrino se quedaron muchas perlas pendientes de este paraíso que es Nayarit, entidad paradisíaca que sexenio tras sexenio, el gobernante en turno hace "por primera vez hecho", o "nunca antes hecho", o “lo más grande”, o “lo mejor”, o todas las estúpidas barbaridades que se les antoje a los medios de difusión para justificar el “chayote” mensual.

En una alocución con tantas florituras que se rebasa las acostumbradas, la máxima autoridad estatal nos mandan a soñar para que los sueños se conviertan en realidad, mediante un plan incluyente de todos los sueños, sin quedar fuera ninguno de la pluralidad socio geográfica y que se está cumpliendo con tenacidad, constancia y sobre todo, pasión de juventud. Un plan que está destinado al éxito, porque es panacea bien trazada y diseñada y además, porque es convergente al Plan Nacional de Desarrollo y sobre todo para frotarse las manos, está respaldado por un presupuesto sin precedentes.

Asi es que a soñar, porque, solo soñando se cumplen las realidades, como cuando mandan a dormir a los niños con la promesa de que el niño dios les traerá una bicicleta y solo les amanece una pistolita o un carrito de JUGUETON. Los pobres, los campesinos, los obreros, los trabajadores todos, saben que dormir es un engaño, porque todo el año duermen o los duermen, con promesas que jamás se cumplen o son contraproducentes, para muestra, estas cerezas en el pastel, salarios de hambre para combatir la desocupación, incrementos de miseria al salario mínimo para los trabajadores, gasolinazos, mayores costos fiscales, incrementos en precios de alimentos y materias primas importadas y chupones de dedo para dormir a placer. Lo mejor, para no correr el riesgo de no despertar jamás es soñar despierto.